Ciencia / Astronomía
Una imagen del Hubble
recientemente publicada muestra los restos de una estrella conocida como
nebulosa planetaria IC 289.
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Cerca
de mil millones de años el Sol será demasiado caliente y brillante para que
exista agua en la Tierra. Para entonces, tal vez hayamos evolucionado en una
especie mejor adaptada para enfrentar ese acontecimiento. Y si seguimos vivos en
la época en que el Sol se quede sin
hidrógeno y se convierta en una gigante roja, es posible que observemos una
escena como esta.
La
nube brumosa anterior es la nebulosa planetaria IC 289, que se encuentra en la
constelación de Casiopea. Anteriormente era una estrella como nuestro Sol,
ahora es sólo una nube de gas empujado hacia el espacio por los restos de
núcleo de la estrella, visible como un pequeño punto brillante en el centro de
la nube. Se llama nebulosa
planetaria, porque cuando usaban telescopios menos poderosos que los de ahora, pensaban que estaban
observando planetas gaseosos que orbitaban una estrella. En realidad, la región
está simplemente ocupada por la nube liberada de la misma estrella cuando su centro
se derrumba.
Una
nebulosa planetaria es una nebulosa de emisión consistente en una envoltura
brillante en expansión de plasma y gas ionizado, expulsada durante la fase de
rama asintótica gigante que atraviesan las estrellas gigantes rojas en los
últimos momentos de sus vidas.
Anteriormente
CI 289 era una estrella como nuestro Sol, ahora es sólo una nube de gas expandiéndose por el espacio. Son los restos de una estrella que hace
miles de millones de años brillo como nuestro astro, ahora es difícilmente visible
sin la nebulosa que lo envuelve, hoy en día solo es un pequeño punto brillante
en el centro de la nube.
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