miércoles, 17 de julio de 2013

Un día como hoy en la historia, 17 de julio de 1945, Conferencia de Potsdam

Una vez culminada la Segunda Guerra Mundial, había que ver como se ordenaría el mundo, como se repartirían las zonas globales de influencia entre las naciones vencedoras y, sobre todo que es lo que se debía hacer con el vencido. Así Los auto llamados "Tres Grandes" tras culminar la derrota de la Alemania nazi decidieron reunirse en en Potsdam, en las afueras de Berlín, del 17 de julio al 2 de agosto de 1945 para concretar todas estas cuestiones.


Tres gobernantes, dos tiempos, una conferencia, las mismas discordias. Primera fotografía: Wiston Churchil (GB), Harry S. Truman (EE.UU.) Iósif Stalin (URSS), la segunda fotografía: solo  Clement Attlee sustituye a Churchil, Postdam simbolizó solo el reparto del poder y la influencia mundial entre EE.UU. y la URSS.

Pese a la victoria común sobre el Eje y la capitulación incondicional de la Wehrmacht, el ejército alemán, el 7 y 8 de mayo, el ambiente en la conferencia había cambiado con respecto a Teherán o Yalta, tal como habían cambiado sus protagonistas. Al lado del dictador soviético, Truman a sustituido a un presidente Roosevelt que había fallecido unos meses antes y Atlee, el líder británico laborista, sustituye a un Churchill  derrotado sorprendentemente en las elecciones generales de 1945.

Los dirigentes de la Gran Alianza acordaron establecer una autoridad suprema interaliada en Alemania en la que el poder real residiría en un Consejo Supremo de Control formado por los comandantes militares de las cuatro zonas de ocupación: americana en el sudoeste, británica al noroeste, francesa en el oeste y soviética al este. Era en principio, una mera división administrativa de Alemania y, en aquel momento, ninguno de los líderes reunidos pensó en una división política de la potencia derrotada.


División de Alemania y de Berlín

Austria también fue dividida en cuatro zonas, así como Berlín y Viena.

Se definió el denominado plan de las cuatro "D": desnazificación, desmilitarización, descartelización (abolición de los grandes "carteles" económicos germanos) y democratización. Este plan debía ser la base de la reconstrucción de Alemania. Todas las organizaciones nacional-socialistas debían ser disueltas, la administración depurada y los criminales de guerra castigados en un Tribunal que tendrían como sede Nüremberg, la capital de los grandes congresos nazis. Todas las organizaciones militares y paramilitares debían ser disueltas y desarticulada la industria armamentística, así como los grandes conglomerados industriales. La democratización pasaría por la vuelta a la legalidad de los partidos políticos y sindicatos, por elecciones locales y el restablecimiento de las libertades civiles.

Los ministros de asuntos exteriores quedaron encargados de preparar un tratado de paz definitivo con Alemania. No hubo acuerdo sobre el trazado de la frontera germano-polaca, pero la URSS impuso una política de hechos consumados anexionando a Polonia importantes territorios germanos y fijando la línea Oder-Neisse como la frontera definitiva. Este cambio de fronteras se vio acompañado de la expulsión de diez millones de alemanes de territorios orientales y de amplios desplazamientos, a menudo dramáticos, de población en toda la Europa oriental.

En lo referente a las reparaciones de guerra, se acordó tras ásperas discusiones que serían extraídas por cada potencia en su área de ocupación, aunque a la Unión Soviética se le permitió obtener del 10 al 15 por ciento del equipamiento industrial de las zonas occidentales a cambio de productos agrícolas y de otro tipo de su zona de ocupación.

Pese a la proclamación solemne de la creencia en la responsabilidad colectiva de las grandes potencias en el establecimiento de una paz justa y concertada y de la adhesión unánime a los principios de la Carta del Atlántico, la realidad fue que en la Conferencia de Potsdam afloraron ya de una manera bastante evidente las divergencias ideológicas y las ambiciones nacionales irreconciliables que llevarían a corto plazo al fin de la Gran Alianza y al inicio de la guerra fría.

Alemania se convertiría en epicentro de la división de fuerzas y concentración de las tensiones mundiales entre EE.UU.  y la URSS, los acuerdos de Potsdam no contemplarían tampoco que se construiría un muro que no solo dividiría a Berlín en dos partes antagónicas, sino que sería el símbolo de la división ideológica del mundo en dos mitades gracias al poder de influencia de las dos superpotencias. 

En realidad, el sentido de concordia y buena voluntad solo quedó en el papel, pues las mismas actitudes de los lideres que intervinieron en la conferencia ya tenían sus propias cartas bajo las mangas. posiciones totalmente incompatibles con la intención primigenia que forjaría el principio de las Naciones Unidas. con Postdam termina una etapa en la historia del mundo, la Alemania Nazi dejo de ser una amenaza para convertirse en un hecho histórico, y comienza un período de tensiones globales entre dos países que pretendieron según sus intereses, estilos y formas políticas, influir y controlar la mayor parte posible de la tierra, los gobiernos, las economías y las formas de pensar en el mundo.

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